Últimamente estoy encontrando muchas parejas que creen en
las segundas oportunidades y eso es algo que me encanta, significa que nunca
pierdes la ilusión y miras al futuro con esperanza y alegría.
Isa contactó conmigo poco antes de su boda, quería algo
sencillo pero no por ello menos bonito. Estuvimos mucho rato hablando y
enseguida conectamos. Me explicó que le gustaba mucho la fotografía y en tono
de broma comento que en las últimas fotos que le había hecho su ahora marido no
pudo ver ni una que salieran los zapatos que llevaba. Pues bien, espero haber cumplido sus expectativas “zapatiles”
pero es que unos zapatos rojos para una novia dan mucho juego.
De nuevo estuve toda la semana pendiente del tiempo que auguraba
lo peor para el sábado, pero tuvimos la gran suerte de que el cielo aguanto
para que Isa y Salvador tuvieran su día mágico. La ceremonia tuvo lugar en el Castell
de Rubí, y poco después la pareja fue a celebrar en la intimidad su convite en La Torre Del Conill
de Castell Bisbal que tiene unas bodegas preciosas.