Que gran boda la de Eli y Sergio! Hubo de todo, muchos sentimientos, muchos nervios, mucha alegría, muchas risas, muchas lágrimas de emoción, mucho buen rollo pero sobre todo mucho mucho amor, y del bueno. Me hicieron sentir desde el principio como una más. Me sentí una privilegiada de poder compartir ese día con tanta gente estupenda.
Estaba yo editando las fotos de este día y la sonrisa en mi cara no me ha abandonado en ningún momento. Ha sido muy divertido y cuando empecéis a ver las fotos entenderéis que diga estas palabras. Además me llevo muchas anécdotas que me dejan muy buen sabor de boca.
Comencé el día en casa del novio y de allí nos fuimos para el ayuntamiento nada más y nada menos que en furgoneta, más anchos y cómodos que unas pascuas. Después fuimos con la furgoneta a recoger a Eli que nos esperaba con una cara de felicidad inmensa. A partir de ahí ya todo fue rodado, los nervios dejaron paso a las emociones, a los abrazos y a los besos.
Y después otro gran plato fuerte de esta boda… El pedazo de sequito que traían los novios, un grupo de amigos vestidos todos a conjunto que dieron un juego en las fotos impresionante. Con ganas de cachondeo y muchas ganas de colaborar, Así da gusto!
Pero aquí no acababa la cosa porque después de que los novios se fueran a comer con su familia más intima la fiesta se trasladaba a una casa rural “La cabana” en casserres a 90 km de Barcelona. Y valla fiesta! Decir que los novios se lo curraron un montón es poco! Vaya pica-pica, y vaya dulces, no falto detalle. Hubo regalitos hasta para mi, todos coincidimos que los novios se lo curraron un montón!
Cuando cada detalle se hace con tanto cariño y esmero es cuando las cosas salen de la mejor de las maneras, y esta boda es solo una muestra de ello.
